Las palabras
Hace 1 mes
Los soldados bajaron las escaleras hacia los sótanos sin apelotonarse, y se fueron colocando en filas paralelas entre las cuales descendió Möbius hasta situarse frente a la puerta. El plan consistía en entrar con la excusa de un registro rutinario en busca de los judíos y desertores, para que el comando, si estaba allí, no sospechase de inmediato. Golpearon la puerta avisando de la presencia de la SS hasta que les abrió el encargado del refugio, posiblemente el encargado de la comunidad. Era un cincuentón grande que tenía unas enormes patillas en forma de hacha, y por las condecoraciones que colgaban de sus solapa, una cruz de hierro de segunda clase, la medalla al valor de Hesse y la distinción del herido, había luchado en la Gran Guerra. Su pierna amputada y sustituida por otra de madera no hacía más que confirmarlo.
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