Las imágenes de la violencia y la guerra se han convertido, a través de la pequeña pantalla, en lugares comunes. Susan Sontag nos descubre las implicaciones y los peligros que esto tiene para la sociedad contemporánea.
Ya no podemos ser inocentes, somos testigos. Y este planteamiento desemboca en cuestiones fundamentales: la manera en que las imágenes pueden generar rebeldía, fomentar la agresividad o derivar en apatía; la naturaleza de la guerra; los límites de la compasión y la solidaridad; y finalmente, la responsabilidad individual. Para ilustrar sus teorías, la autora evoca una impresionante historia de la representación del dolor: de Goya a los campos de concentración nazis, la guerra civil española, Sierra Leona, Ruanda, Israel y Palestina, y Nueva York el 11 de septiembre de 2001.
Susan Sontag retoma aquí uno de sus temas favoritos: la fotografía, ese arte contemporáneo que forma parte fundamental de nuestra manera del ver el mundo y que es pieza clave de las reflexiones de una de las intelectuales más lúcidas de hoy.
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