Dicen que al poeta mexicano José Emilio Pacheco (1939) no le gustan las entrevistas, pero él niega la mayor, aunque sólo sea porque su esposa, Cristina, “ha hecho más de 2.000 en prensa, radio y televisión”. Su problema es que “para ser un buen entrevistado necesitas ser Oscar Wilde o Borges”, y él presume de no serlo, de ser “pésimo, sin ingenio”. Sin embargo, el poeta, que el 17 de noviembre recibió en Madrid el premio Reina Sofía de Poesía, rezuma inteligencia y humor. El Cultural conversa con él, ofrece sus ultimísimos poemas inéditos así como otros tres inéditos, reunidos en Contraelegía (Universidad de Salamanca), y analiza su trayectoria de la mano de Joaquín Marco.
Autor de culto para los amantes de la poesía hispanoamericana del siglo XX, un José Emilio Pacheco algo achacoso, agobiado por cien mil compromisos, nos sorprende con su divertido escepticismo. Por una parte, reconoce haber encontrado, “por suerte y desde hace muchos años, la mayor generosidad por parte de los poetas españoles”, pero tampoco deja de apuntar que “no es culpa de ellos que el público lector de España no me conozca. ¿Cómo me va a conocer si somos tantos en tantos países de la misma lengua?”. Con una confesión así, la primera pregunta parece obligada:
-Si no le conocemos aún, ¿cuál sería su autorretrato?
-Es imposible trazar un autorretrato sin photoshop verbal. El único autorretrato posible, porque es involuntario, es el que está en los poemas. Los poemas no mienten, yo sí.
-En sus poemas late cierta tensión de fondo entre el compromiso político, la responsabilidad cívica, y la tensión poética: ¿cómo logra mantener el equilibrio?
-Sólo puedo escribir sobre lo que me afecta y me preocupa. No me digo: “Voy a hacer unos versos en que se manifieste mi responsabilidad cívica”. Es algo menos voluntario de lo que suponemos.
-Sin duda, pero, ¿cuál debería ser la relación entre la poesía y la realidad/actualidad?
-No creo en el debe. No impondría a nadie la obligación de escribir poemas “sociales” o lírica abstracta. Me limito a juzgar los resultados. Hay miles de poemas políticos abominables, pero no tantos como pésimos poemas de amor.
(Si quieres leer la entrevista completa)
Etiquetas: DE LIBROS Y ESCRITORES, Moleskine
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Carlos dijo...
30 de noviembre de 2009, 17:13