Las palabras
Hace 1 mes
Las viejas madres: no pasa un día sin que se piense en ellas por un instante. Todos o casi todos los hombres, difícilmente han de pasar un día de sus vidas sin distraerse algún instante para pensar en ellas, en las madres viejas. (…) Hay un instante de sus días en el que pueden verse relámpagos de oscuridad-esas sombras- surcándoles las caras. Surcar-como relámpagos, como cara- son formas de decir. (…) ¿Tal vez un pensamiento, un sentimiento, algún fragmento de la memoria repetidora que súbito ha subido para fijar por un instante la vida del tenaz? La respuesta sólo la puede proveer el arte de la novela. El arte de la novela que parece complejo, resulta, si se lo observa desde lejos, una sencilla combinatoria. Está la historia, están la silla y la mesita de novelar, y sobreviene la intención de combinar algunas citas bajo palabreriles velos. Y ahora debo escribir la frase “es conveniente”: todo lo que transcurre después de “es conveniente” provoca una atención que nunca el arte de la novela puede obtener en estos tiempos tan difíciles , en los que las historias transcurren siempre fuera de las novelas y reclama apenas del novelista visitas esporádicas, flashes testimoniales en la televisión o declaraciones irritadas que alguien publica tardíamente en la prensa del sábado.
Etiquetas: El arte de escribir
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