“¿Qué había aprendido hasta ahora en la universidad? Puedes eludir la mediocridad, pero cuando conduzcas hacía un lugar más concreto y solitario verás por la ventanilla que todo el que conoces vive en ella.
Había aprendido que en el terreno de la literatura—quizás al igual que en la vida—, uno debía hablar no de la intención del autor sino de la intención de la obra en sí. El creador era un estorbo. Dios había muerto. La creación en sí, por otra parte, tenía una personalidad, y esperanzas, y sus propios deseos y planes, pequeños guiños y pasos de baile e intenciones entrelazadas.”
Con la respuesta a esta sencilla pregunta, Tassie la protagonista de la última novela de Lorrie Moore “Al pie de la escalera”, publicada por Seix Barral, resume las claves de lo que nos vamos a encontrar entre sus páginas.
Una muchacha del medio Oeste comienza a trabajar de canguro para una pareja de blancos que ha adoptado una niña afroamericana. Poco a poco la muchacha se va sintiendo más unida a la niña. Pero los padres adoptivos esconden un terrible secreto. Todo ello aderezado con la amenaza de la inminente guerra de Irak.
Éste es el argumento que aparece en la contraportada del libro. Pero en realidad tras cada línea de esta historia, aparentemente sencilla, de la escritora de Pájaros de América, aparece una segunda escritura más profunda y crítica donde nos vamos a encontrar con las sombras que sacuden a la sociedad americana: racismo, obcecación, burocracia, intrasigencia.
Una novela escrita de manera impecable que nos hará revolvernos incómodos durante su lectura.
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