UN PUÑADO DE LETRAS

En un principio cuando comenzó la web, estaba muy molesto con la gente porque estaban subiendo mis cosas, mis libros, mis historias.
Y yo tenía esta completamente errónea creencia de que si alguien subía algo mío a la Internet de inmediato yo perdía mi copyright, lo que no es cierto. Estaban pirateando mis cosas, lo que está mal.

Pero entonces comencé a notar que en los lugares en donde estaba siendo pirateado y particularmente Rusia, donde la gente estaba traduciendo mis historias, yo estaba vendiendo más y más libros. La gente me descubría al ser pirateado; entonces iban y compraban el libro real.


He intentado algunos experimentos, por ejemplo, convencí a uno de mis editores a que pusiéramos American Gods que todavía se estaba vendiendo y vendiéndose muy bien completamente gratis por un mes en mi sitio web. Que se pudiera leer, que se pudiera descargar… Y qué paso? Lo que pasó fue que las ventas de mis libros en librerías independientes aumentó la venta un 300%. Y entonces comencé a darme cuenta que no estaba perdiendo libros, no estaba perdiendo ventas con las copias.


Comencé a preguntarle a varias audiencias. ¿Tienes un autor favorito? y me dijeron, sí. Y entonces les pregunté, todos aquellos que han descubierto su artista favorito por un libro prestado que levanten la mano; ok y ahora todos aquellos que descubrieron su autor favorito al entrar a una librería y comprado el libro que levanten la mano. Así que me dije ¿sabes que es todo esto? Gente prestándose los libros. No puedes pensar en ello como una venta perdida, porque no todo aquel que lea un libro tuyo va a comprarlo; lo que está pasando es que te están haciendo publicidad, te están conociendo.


Entender eso me dio una nueva forma de entender el copyright y la web. Lo mejor que la web está haciendo es permitir que la gente escuche, lea y vea cosas que de otra manera nunca hubiese visto. Y básicamente creo que eso es una cosa increíblemente buena...