septiembre
ahora que el tiempo es bueno pero escaso
ahora que el otoño se acerca invitando a cenar
caliente,
no todo está bien pero puedo vivir así:
la lluvia que sembró de óxido los bancos del parque,
que mantuvo sin red las canastas de baloncesto,
se filtró en mi libreta
como el cinismo levantando sus tiendas
en la orilla del río de los ojos.
pero todavía antes de irme quiero ser práctico:
-recorrer de una vez la avenida del parque
-saludar con la mano a los niños (conocidos o no),
-hablar del tiempo, hablar.
-no juzgar a nadie por los rasgos de su cara,
frotar las manos y tomar café.
-sonreír.
-tender cepos como sábanas.
Jaime Priede (Sama de Langreo,1965) de Lluvia con veraneante, Nómadas, 1997
Etiquetas: DE LIBROS Y ESCRITORES
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Sabia elección para el cambio de estación. Siempre me ha encantado este poema de Jaime, quizá porque al leerlo me hace retomar el rumbo -quién no se pierde a veces- hacia la esencia de la vida, hacia la belleza confortable de las cosas sencillas: conversación, café, paseos, disfrutar de los cambios, del tiempo, arropados por los otros o por nosotros mismos. Por si lee este blog, un beso para Jaime desde el recuerdo.
Ana.
Ana LV dijo...
20 de septiembre de 2009, 13:47