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TALLER DE LECTURA, 22-OCTUBRE-09

DUBLINESES, DE JAMES JOYCE

El próximo jueves, día 22 de octubre, a las siete de la tarde comentaremos en el taller de lectura el libro “Dublineses” de James Joyce, así como la película del director John Huston “Los muertos”, basada en uno de los cuentos del autor irlandés.
En esta película, última creación del genial director americano, una vez más se pone en evidencia la difícil relación entre literatura y cine. Y es que después de ver la película uno se pregunta cómo pudo convertir tan fielmente el texto de Joyce a la gran pantalla.

ARGUMENTO: Dublín, 1904. El día de la Epifanía se celebra en casa de las señoritas Morkan una fiesta muy concurrida. Entre sus invitados se encuentra Gabriel Conroy, sobrino de las anfitrionas y esposo de una de las mujeres más bella del país, Gretta. Es una noche tranquila que discurre con la normalidad acostumbrada y los asistentes disfrutan de la velada. Gabriel, enamorado de su esposa, la contempla detenidamente cuando suena una antigua canción de amor. De vuelta a casa, Gretta le confiesa a su esposo que aquélla canción ha despertado el recuerdo de un amor de juventud, truncado por la muerte de su amado. Nunca en sus años de matrimonio Gabriel había oído esta historia. Sus sentimientos son una mezcla de tristeza, desesperación y celos que conducen a Gabriel a reflexiones profundas.

10 comentarios:

La estructura de Dublineses está pensada para ser leída ordenadamente pues viene a simbolizar las etapas de la vida humana: historias de niñez, de adolescencia, de madurez, y finalmente de la vida pública o social. Cada historia se complementa y enriquece y al final se tiene la impresión de haber conocido esa sociedad dublinesa, con sus recovecos sociales, sus ritos y sus liturgias.
J. Joyce, encadena en esta obra temas como el amor, los celos, la culpa, la expiación, de una manera prodigiosa, considerándolos nutrientes de lo que a él siempre pareció preocuparle: la verdad y la mentira. Nos ofrece los misterios de la vida y de la muerte en vidas cotidianas a través de evidencias inmediatas que conmueven y lo hace por los sentidos, como sucede por ejemplo en Los muertos, donde una canción desentraña el secreto que Gretta esconde, o en el de Las hermanas, donde asistimos al entierro del padre Flinn de la mano de un niño que nos cuenta lo que ve y oye.
En Dublineses observamos sarcasmo , ironía y sobre todo objetividad, esa frialdad de su prosa que nos va dibujando las calles, los niños desarrapados, las pensiones, los bailes sociales, etc, con aparente distanciamiento pero que consigue excitar la sensibilidad del lector sin caer en la sobrecarga emocional.

29 de octubre de 2009, 20:55  

Paxarín, hablas con sabiduria. Cuéntanos más...

1 de noviembre de 2009, 0:30  

Estoy de acuerdo con todo lo que dices, paxarin, pero siento discrepar (realmente no sería discrepar, ahora que lo pienso: no dices si el libro te ha gustado o no, sólo lo analizas...) pero a mí es un libro que no me ha llegado. Vi la película y me aburrió sobremanera y el libro no se quedará en mi biblioteca de preferidos. Definitivamente, no.
A lo mejor lo intento en otra acasión.

1 de noviembre de 2009, 11:37  

Hola Héctor.
El libro sí me ha gustado,unos relatos más que otros, pero el de Los Muertos especialmente. La película la he disfrutado más después de leer el libro entero, no sólo el último cuento.
Me gusta el color sepia que da al film,como de foto antigua, el ambiente de burguesía provinciana que consigue impregnar en cada plano.
Las miradas de sus protagonistas,que tanto dicen. Me gusta la elección de los actores,tan irlandeses ellos, y que, para mí, tan bien dan el prototipo. La escena de Gretta bajando la escalera mientras escucha la canción que la transporta a su juventud, con esa luz sobre el rostro resaltando su emoción o el momento de la cena,cada plano de los invitados en su justa medida de tiempo y de miradas, creo que consigue reflejar muy bien la atmósfera.
El guión,que Huston encargó a su hijo, creo que es una buena adaptación aunque el original casi podría ser una obra de teatro.
Es curioso que Huston eligiera esta obra (y a sus hijos para colaborar con él) para rodar la que sería su última película.
Con este libro y su versión cinemaográfica tuve la misma sensación que con El tercer hombre,de Graham Greene y su adaptación al cine por Carol Reed, salvando las distancias.
Si no has leído nada mas de Joyce, te sugiero que sigas con Retrato del artista adolescente (casi autobiográfico), y si sigue sin gustarte, pues nada, a otra cosa, que hay muchos escritores.

En vez de un paxarín parezco un loro. Prometo ser más breve.

Gracias por los comentarios, ye prestoso leelos.

3 de noviembre de 2009, 11:13  

Nos acercamos a la obra de Daniel Moyano con El Trino del diablo.
Hay un momento mágico:" Con flechas envenenadas oyen el Kyrie en el violín de Francisco Solano...."

Os propongo escuchar en este enlace el Kyrie e imaginad el violín y ese instante de la novela.

http://www.youtube.com/watch?v=lkypH7ETgUs


Un saludo

4 de noviembre de 2009, 10:52  

Lorín parleru: sí he leído más de Joyce, pero ahora lo voy a dejar reposar un poco, que no me apetece. Será porque no tengo qué leer... Ya sabes, a veces no es buen momento para según qué lecturas. Pero lo retomaré, eso seguro.
Os seguiré de cerca con lo de la lectura de Moyano. Por lo pronto he escuchado la música que propones, y no es por llevarte la contraria ¡pero no sé leer y escuchar música a un tiempo! Eh, eh, que tampoco soy el único: somos legión los que no podemos.
Será por lo de la neurona ésa...

4 de noviembre de 2009, 11:52  

Me gusta lo de lorín parleru..jeje
Yo también formo parte de esa legión, necesito silencio para leer. El enlace era un cable para imaginar ese momento.
Tienes razón en que hay momentos y momentos....y Joyce no es para partirse el pecho.
Hay un libro muy agradable que me aconsejó una buena amiga precisamente cuando el lorín parleru pasaba por uno de esos momentos: "Una lectora nada común". Si no lo has leído, prueba a ver....

4 de noviembre de 2009, 19:09  

Hola Hector
Yo cuando no tengo la neurona para leer, disfruto con las pelis. La música me gusta, pero me sigo comiendo el tarro mientras la escucho y ya comprobé que lo mejor en época de sequía lectora es el cine (dentro o fuera de casa)
¿Viste Gran Torino o Ice Age? pa pasar un buen rato con algo bueno.
Yo tampoco puedo leer escuchando música. Ya somos tres.¿será una tara?

Saludos

4 de noviembre de 2009, 19:56  

Lorín parleru, llegas tarde, ya he leído tu libro. En esa línea, te recomiendo encarecidamente (jo, qué ganas tenía de utilizar esa frase)el de La elegancia del erizo, de Muriel Barbery. Es una lectura muy agradable. Por cierto, ¿sabías que el hijo de Moyano compuso una obra musical con el mismo título del libro?

Pandaro: si te digo la verdad, nunca he tenido sequía lectora. He leído sin interrupción desde que era un crío, aunque he dejado (y muy pocas veces) libros que no era capaz de leer en un momento determinado.
Me gusta mucho el cine,pero no el comercial. Gran Torino sí la he visto y disfrutado, la otra no.
¿Que sí es una tara el no poder leer escuchando música? Es posible, pero tres tarados en esta blog van a ser demasiados...

4 de noviembre de 2009, 21:55  

El hijo de Moyano es guitarrista, sabía que habían pasado a música El trino..,con estructura operística, eso leí en internet.
De La elegancia...y de La lectora...Los leí y entretienen, de ese tipo también está Firming, pero ése me gustó menos.
Oye,Hector, no serás uno de esos frikis que se niegan al cine comercial, hay cosas buenas, mira Gran Torino. La otra peli, prueba, te aseguro que pasarás un buen rato,pero te advierto que es de animación. ¿no tendrás escrúpulos?

A Lorin Parleru. Tambien me gustó la peli de Los muertos, y lo que dices de ella, totalmente de acuerdo.

A ver qué pasa hoy con Moyano.

5 de noviembre de 2009, 10:47  

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